jueves, 10 de enero de 2013

El camarada Depardiev


Es evidente que a nadie, a absolutamente a nadie, le gusta pagar impuestos. Los impuestos realizados sobre los ingresos que uno tiene durante un ejercicio, o sobre el capital acumulado que uno tiene, es para muchos, una pesada carga que en muchas ocasiones no se repercute de la misma manera a cada uno de sus ciudadanos. Da la sensación, en demasiadas ocasiones, de que la carga superior de éstos se da sobre las capas medias y bajas de la ciudadanía, mientras que las capas altas y más favorecidas encuentran resquicios legales para tributar menos de lo que deberían, y por tanto la carga no sea tan importante para ellos. Aquí en España son, sobre todo las famosas SICAV's y algunas exenciones de tributación por donde escapan, así como un elevado fraude fiscal, pero sobre todo, una elevada fuga de capitales, de evasión fiscal, que se ha manifestado como un fenómeno importante a raíz de la crisis actual. Pero éste no es un fenómeno exclusivo de nuestro país. Y Francia es, actualmente, foco de noticias en este sentido pues, tras la toma de posesión de François Hollande como presidente francés y de la formación del nuevo gobierno de Jean-Marc Ayrault, se aprobó la implantación en Francia de un impuesto del 75% para los ingresos superiores al millón de euros anuales. A raíz de ello, una serie de grandes fortunas francesas empezaron a movilizarse, y muchas de ellas, incluso, solicitaron la nacionalidad belga y se llegaron a establecer en una pequeña población, Néchin, a un kilómetro de la frontera francesa, con el único objetivo de evitar el famoso impuesto francés, como el empresario y primera fortuna de Francia Bernard Arnault.
Pero si hay alguien que se ha destacado por su beligerancia hacia el nuevo impuesto sobre las grandes fortunas ha sido el actor Gérard Depardieu. El último episodio de esta disputa legal y tributaria ha sido la concesión por parte de la Federación Rusa del pasaporte al actor, lo que le da la posibilidad de la concesión de la ciudadanía rusa a Depardieu, que, por cierto, se ha deshecho en elogios hacia su nueva "patria" afirmando que es una gran democracia, cuando, día a día, se pisotean los derechos humanos en ese país. Es curioso ver como una persona, con unos ingresos anuales tan importantes, es capaz de hacer lo posible por no contribuir como el resto de ciudadanos al erario, sobre todo, en proporción a sus ingresos. Es probable que el nuevo impuesto sea, ciertamente, un poco abusivo y con un afán recaudatorio de alcance, y que ha sido suspendido cautelarmente por el Tribunal Constitucional francés. Pero si uno no está de acuerdo con lo dispuesto, tiene medios legales y políticos para combatirlo en el país de origen. Pero lo que uno no puede hacer es evadir sus ingresos del país para no pagar impuestos, no cumplir con sus deberes ciudadanos y encima luego reclamar prebendas y buenas palabras de sus conciudadanos. Las críticas que han recibido Depardieu y las otras grandes fortunas que se han "fugado" de Francia son lógicas y normales. Incluso, deberían ser apartados de la ciudadanía francesa. ¿Qué ejemplo dan a ésta? El ejemplo de que, si no quieres pagar, puedes hacer lo que te venga en gana, hacer fraude fiscal, fuga de capitales al extranjero, no contribuir a las arcas del Estado,… El ciudadano medio y bajo, ahogado por los tributos, ve como se escapan las grandes fortunas, aún declarándose rusos, moldavos o rutenos si hace falta, con tal de no seguir contribuyendo por sus altos ingresos. Lo cual da para que estas clases medias y bajas estén quejosas y vean con pesadumbre como tienen que contribuir con sus impuestos, y ven como la crisis, la austeridad y los recortes se repercuten sobre ellos, y no sobre los que más tienen.
Por tanto, ya puede disfrutar el camarada "Depardiev" de las ventajas de su nueva ciudadanía. Ahora bien, no puede pedir a sus "antiguos" conciudadanos que le aprueben su actitud, porque ni es normal, ni se puede aceptar. Yo, desde luego, sería partidario de no volverle a otorgar la ciudadanía francesa hasta que no se retractara de su actitud poco solidaria para con sus conciudadanos. Incluso le retiraría la Legión de Honor que posee. Es un acto vergonzoso y del que debería dar marcha atrás.
Que disfrute Rusia de nuevo "camarada", que de su dinero los franceses no van a ver un solo euro.



Lengua de trapo (y 2)

Hace seis meses, aproximadamente, cuando empecé a publicar regularmente en mi blog, la primera de mis publicaciones, Lengua de trapo, trató sobre el tema de cómo se utiliza políticamente la lengua para ser arrojada entre unos y otros como argumento de confrontación. Sin duda, estos últimos meses han sido muy intensos en cuanto a este tema y el de la independencia. En aquel entonces, critiqué la postura del nuevo gobierno aragonés de Luisa Fernanda Rudi, que en una de sus primeras decisiones dejó en suspenso la Ley de Lenguas de Aragón, en la que se reconocía como lenguas de Aragón a las variedades dialectales del catalán en la comunidad, así como las diferentes variedades del aragonés, dialectos de transición, así como las particularidades lingüísticas. Se creó, en el Gobierno de Marcelino Iglesias, una academia de la lengua aragonesa, así como una academia de la lengua catalana en Aragón, que también quedaron en suspenso. El porqué, sencillo: reconocer a la lengua catalana en Aragón era, según parece, reconocer la catalanidad de las tierras orientales de Aragón, la Franja, y es más sencillo negar la presente, incluso denominando a las modalidades lingüísticas del catalán en Aragón como aragonés oriental, cuando esto es una aberración: nunca ha existido esa lengua, ni tal denominación. Romper la unidad lingüística, aún reconociendo la particularidad, es más fácil para combatir el catalanismo de los seguidores del concepto Països Catalans que la aceptación del hecho de que el catalán sea la lengua más utilizada entre las personas que habitan la Franja. Ya sabéis por ese artículo que, ni soy partidario de tal aberración, la de negar que lo que se habla en Benabarre, Fraga, Mequinenza o Valderrobres es lo mismo que se habla en Pont de Suert, Balaguer, Lleida o Gandesa, pero que tampoco soy partidario de ese ente que no ha existido nunca, que son los denominados Països Catalans.

Ahora, en otra comunidad, les Illes Balears, se ha abierto otro frente, pero con el mismo talante y las mismas causas. El Gobierno balear, del Partido Popular, con el presidente José Ramón Bauzá a la cabeza, ha decidido, desde su llegada, plantear un nuevo conflicto lingüístico con el objetivo de torpedear la unidad de la lengua catalana. Ya en campaña electoral, y con Unión, Progreso y Democracia pisándole los talones (y la mayoría absoluta en juego), se decidió a que ese bloque electoral no le jugara la mala pasada de volverle a dejar en la oposición cuatro años más, y a pesar de tener en contra también a algunos de los suyos, definió en su programa que el catalán dejaría de ser oficial en las Islas, por no ser propio de éstas, y pasaba a definir a la lengua que se habla en ellas como menorquín, mallorquín, ibicenco y formenterino, aún teniendo en contra los criterios de filólogos y lingüistas.

Una vez en el Gobierno, el siguiente paso fue acabar con el sistema de inmersión lingüística del catalán en las escuelas de las Islas, que generó un gran debate político, en el que se produjeron algunas bajas en el PP, como la del alcalde de Manacor, y que ha generado una gran corriente contraria entre el profesorado, pero también de una gran parte de la población, que en algunas ocasiones ha abucheado al presidente Bauzá en inauguraciones y actos públicos, lo que, evidentemente, ha causado malestar en su persona y en la de los cargos, diputados y seguidores de su partido, que ven una corriente contraria que no creían tan importante. En les Illes Balears, existe un importante sentimiento regionalista y nacionalista entorno a la lengua que no consideraron.

El último acto del Gobierno Bauzá, conocido ahora a finales del 2012 e inicios del 2013, es la modificación de la Ley de Símbolos Institucionales, para prohibir la exhibición de senyeres, estelades y otro tipo de pancartas en centros públicos. Todo ello destinado a combatir la proliferación de estos símbolos en escuelas e institutos, exhibidas por profesorado, padres y alumnos en contra de la paralización de la inmersión lingüística en catalán en la escuela balear. De nuevo, politizando lo que nos une, politizando algo que es patrimonio de todos. La lengua debe dejar de ser un argumento político de arrojo entre contrarios.

La llengua és llengua, i la lluita política entre aquells que no se senten i els que se senten catalanistes en termes polítics, no ha d'enterbolir el tema lingüístic, en el qual es fa mal al patrimoni de tots. Yendo más allá de la inmersión lingüística, que ya trataré en otra entrada en el blog, que ha sido objeto de decisiones judiciales adversas, la unidad de la lengua va más allá de las decisiones políticas, y ver como en Valencia, en Aragón y les Illes Balears se pone en cuestión la lengua común sólo por cuestiones políticas, sólo por poner en jaque a aquellos que piensan en una unidad política, los Països Catalans, aún no estando de acuerdo, como yo, con este concepto, hace mucho daño a la lengua y la pone en riesgo. La protección del patrimonio va más allá de las decisiones políticas, y corresponde a nosotros cuidarlo y protegerlo. Debería hacerse un gran pacto para que, de una vez por todas, la lengua deje de ser utilizada por unos y otros como instrumento político, para que deje de ser un arma arrojadiza, para ser algo que nos une y algo que nos fortalece, un patrimonio más, denomínese como se denomine, catalán, valenciano, aragonés oriental o como sea, pero que la unidad de la lengua no se vea amenazada por la política.

miércoles, 2 de enero de 2013

Próxima estación: ESPERANZA


Amigos, la crisis nos está poniendo en la peor de las situaciones que podíamos pensar, hace unos años, cuando la economía española crecía a niveles desmesurados, cuando estábamos en la Champions League de las economías europeas y mundiales, con el mejor de los sistemas financieros del mundo,… Cogimos el tren con un ritmo frenético, pasando por la estación del Éxito, la estación del Crecimiento, la estación de la Expansión, la estación del Consumismo, la estación del Desarrollo Urbanístico Acelerado,…, pero como esta línea de tren es larga, nos topamos con una cuesta arriba, como una larga cuesta de Enero, y hemos llegado a las estaciones de la Crisis, el Déficit, la Pobreza,…, la Desesperanza. El tren se ahoga, el ritmo decrece, y llegar a la cumbre de la cuesta nos está costado sangre, sudor y lágrimas. Se ha sumido a nuestra sociedad en una situación de desesperanza tan grande, que estamos sumidos en una situación de rabia contenida, conformismo impuesto por la falta de perspectivas y una situación cuasi depresiva, en la cual no vemos el final de la cuesta ni el final del túnel, donde se vea la luz. Hay esta situación de desesperanza, hay una falta de perspectivas halagüeñas y que, sobre todo, esto nos conduce a una pérdida de valores que puede desembocar en situaciones de peor calado en nuestra sociedad.
En estos dos últimos años, hemos aprendido el significado, casi marcado en la piel como un tatuaje o como una marca de ganadería, de las palabras déficit, austeridad, prima de riesgo, recortes y el rescate…, alguna de ellas, como la prima de riesgo, una palabra que nadie conocía, fuera de los ámbitos financieros, se ha hecho tan cotidiana que en cualquier tertulia se habla de ella, como si fuera de la familia. Todo lo que nos ha llevado cuesta arriba, que hace que el tren no tire, le cueste subir y alcanzar la cima, ha hecho que hay una pérdida de confianza y una pérdida de valores, que puede llevar a la extremización de la sociedad.
En el nivel económico-social, la reducción del déficit público ha llevado a la política de recortes y a la subida de impuestos más importante hecha durante la historia. Las políticas de austeridad han llevado sí a la reducción del déficit pero, ¿a costa de qué y de quién? La subida de impuestos, ¿a quién ha afectado más? No a las clases más altas, sino, sobre todo, a las clases medias y a las clases populares, que ven aumentado su ahogo para afrontar pagos básicos y a sobrevivir en sus negocios. Ha aumentado el paro, sólo en 2012, en 900.000 personas, hasta el nivel de 6.000.000 de parados, demostrándose así la ineficacia de la reforma laboral, con la cual sólo se ha favorecido al empresariado con la reducción de los costes sociales de las empresas. Con los recortes hechos por la Administración y el pago de servicios básicos, como la sanidad o la educación, ha hecho aumentar las listas de espera, se ha implantado el copago sanitario de recetas, de ortopedia, del transporte sanitario, el euro por receta de Catalunya y la más que probable privatización de los servicios que se prepara en Madrid (exportable a otras comunidades, recordad esto, que probablemente será así),…, eso añadido a criterios de privatización y de promoción de la educación concertada en detrimento de la educación pública y gratuita, aumento de las tasas universitarias, que hará que sólo una élite pueda acceder a unos estudios… También el fin de la justicia gratuita, con la imposición de tasas judiciales a trámites que hasta ahora no se costeaban,…
El aumento de los ERE y de los despidos masivos, a lo que se añade la limitación a las prestaciones por desempleo, la rebaja de sueldos y pérdida de poder adquisitivo de pensionistas y funcionarios, hace crecer la incertidumbre y a temer el aumento del riesgo de exclusión social, y ha hecho aumentar el nivel de pobreza y, lo más preocupante, el nivel de pobreza infantil. Hay niños que sólo hacen una sola comida importante al día, lo que hace crecer también el riesgo de desnutrición. De hecho, la desaparición de las becas comedor puede que les sustraiga a muchos niños la posibilidad de tener la única comida importante. También se han limitado otros subsidios que corren en este sentido.
Las medidas de austeridad no han favorecido el crecimiento, no ha favorecido la creación de empleo. Hay un importante paro juvenil, que supera el 50%, y se está produciendo un aumento de la emigración de los jóvenes más preparados, hastiados por la poca inversión en I+D+i en este país, a lo que se añade que la austeridad no da margen para medidas de incentivación del empleo y de la incentivación de la emprendiduría, a lo que se añade la falta de crédito bancario, lo que conduce al cierre de empresas y comercios. A eso se añade la subida de impuestos y tasas, como el IVA (del cual tampoco se ha cambiado el criterio de recaudación del devengo al de caja), y que no existen compensaciones de ningún tipo, lo cual, junto al descenso del consumo, ha hecho caer la recaudación, en los ingresos que el Estado tiene, y que se repercute, sobre todo, en las PYMES y en los comerciantes, en las maltrechas clases medias.
Sobre las clases populares, sobre la que también recae el efecto de recortes, subida de impuestos, falta de trabajo, la falta de crédito de los bancos, aumento de la pobreza,..., ha recaído también el drama de los desahucios, en el cual los bancos, verdaderos culpables de la crisis, que se han llevado la gran parte del pastel de ayudas gubernamentales y europeas, para luego no dar crédito ni a ciudadanos ni a empresarios ni profesionales, a los que no se ha abierto apenas línea de crédito. Los suicidios de personas en situación límite por los desahucios han sido un lastre doloroso para este 2012 que se acaba.
Políticamente, al incumplimiento sistemático de las promesas de Rajoy, al que disculparemos parcialmente, porque desgraciadamente gran parte de las medidas le han venido impuestas por Frau Merkel y sus secuaces, que están laminando a los gobiernos "díscolos" y están provocando la pobreza extrema de sus habitantes. Pero es una disculpa parcial. Podría haber encaminado las reformas y los recortes de otra manera, además de hacer pagar la culpa a los verdaderos culpables: los especuladores inmobiliarios y financieros, los bancos y las entidades financieras y a los evasores fiscales (a los que, por cierto, ha amnistiado).
Pero además hay que añadir el descrédito político: los innumerables casos de corrupción, la falta de confianza en unos políticos que se dedican a dormir o a jugar a los Apalabrados, o con el móvil, mientras se toman decisiones importantes, o se dicen cosas de los parados, como el famoso "que se jodan" de Andrea Fabra, cuando viven de nosotros y para gestionar los asuntos de todos nosotros. La falta de alternativas válidas hace que la desconfianza sea total, con el riesgo de que crezcan los extremos hacia la derecha y hacia la izquierda, que hagan aumentar la conflictividad social. Ha habido huelgas generales, ha habido convocatorias de movimientos como el 15-M, Rodea el Congreso, y una gran manifestación en Barcelona, para la independencia de Catalunya, que no es más que la respuesta de un constante hastío de los ciudadanos hacia su clase política y ante la situación de crisis económica acuciante que nos acecha.
A esto, tenemos que llegar a la Estación ESPERANZA. Porque esto es lo único que no nos pueden quitar. Ni la esperanza ni la felicidad. Aunque la situación es difícil, tal como hemos descrito hasta ahora, hay cosas que no nos pueden recortar, ni economizar, ni expropiar. Esperanza, felicidad, solidaridad y cooperación. Esto es nuestra respuesta a todos estos hechos y personajes que intentan monopolizarnos. Solidaridad es cuando se recogen toneladas de alimentos por el Banco de Alimentos. Solidaridad es cuando se dan más de 10.000.000 euros para la investigación contra el cáncer. Solidaridad es cuando se dan más de 5.000.000 euros contra la pobreza. Solidaridad es aquello en que trabajan miles de voluntarios de Cruz Roja, Cáritas y otras muchas organizaciones no gubernamentales. Solidaridad es cuando hay voluntarios que cuidan de personas ancianas, cuando hay movimientos que promueven favores o acciones entre personas.
Si hay falta de confianza en nuestros gobiernos, en lo que seguro que no hay falta de confianza en el espíritu entre ciudadanos, de la solidaridad, de la cooperación. Se ve también en los movimientos ciudadanos contra los desahucios. La gente combate el hastío con solidaridad, con espíritu de colaboración. Y es este espíritu el que nos tiene que hacer empujar hacia adelante la sociedad. Debemos utilizar este espíritu para continuar, para afrontar los deberes que nos marca este futuro tan negro que nos pintan. Sólo este espíritu nos puede llevar hacia adelante a los ciudadanos, a los emprendedores,…, y esperar y desear que el año 2013 sea el del espíritu solidario, el del espíritu emprendedor,… y que nuestra clase política tome buena nota de ello y cambie su talante, y deje ya de ahogar a la gente con recortes, rebajas de sueldos y pensiones y subidas de impuestos y tasas, y empiecen a pensar en nosotros, los ciudadanos, si no quieren que el sistema explote y que la nave haga aguas por todas partes.
FELIZ AÑO 2013 A TODOS, CON MIS MEJORES DESEOS y nos vemos en la ESTACIÓN ESPERANZA.

El debate sobre las armas en el Far West. El poder de los lobbies en los Estados Unidos (¿sólo en Estados Unidos?)

La reciente matanza en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), en la que fallecieron unas 28 personas, asesinadas, la mayoría niños, por un sujeto armado, ha vuelto a reabrir el eterno debate sobre las armas en los Estados Unidos. La constante recurrencia de hechos como los acaecidos en Newtown, hace pensar sobre el porqué casi cada norteamericano cuenta con un arma en su casa, sobre su uso y, sobre todo, sobre su abuso; sobre como se comercializan y el porqué cualquiera, sin tener permiso de armas, puede tener acceso a ellas. Demasiados porqués para un tema que debería estar más regulado por la ley, para impedir el acceso a cualquiera de un arma de fuego que puede causar un tan gran número de víctimas. La cronología de los asesinatos en masa desde los años noventa es aterradora. Dejando aparte la matanza de Waco (Texas), las masacres en centros públicos es una constante:

  • 16.10.1991 Killeen, Texas. 23 muertos y 20 heridos en una cafetería.
  • 20.04.1999 Columbine, Colorado. 13 muertos y 24 heridos en un instituto.
  • 29.07.1999 Atlanta, Georgia. 9 muertos y 12 heridos en un ataque a varias oficinas de inversiones.
  • 15.09.1999 Fort Worth, Texas. 7 muertos y 7 heridos en una iglesia baptista.
  • 21.03.2005 Reserva india de Red Lake, Minnesota. 9 muertos y 7 heridos en una escuela, habiendo asesinado antes a parte de su familia.
  • 16.04.2007 Blacksburg, Virginia. 32 muertos y 17 heridos en un edificio académico.
  • 05.11.2009 Fort Hood, Texas. 13 muertos y 32 heridos en una base militar.
  • 08.01.2011 Tucson, Arizona. 6 muertos y 11 heridos en un mitin, en el que fallece la congresista Gabrielle Giffords.
  • 20.07.2012 Aurora, Colorado. 12 muertos y 58 heridos en un cine, en el estreno de la película Batman.
  • 05.08.2012 Oak Creek, Wisconsin. 6 muertos y 3 heridos en un templo sij.
  • 14.12.2012 Newtown, Connecticut. 28 muertos en una escuela, la mayoría niños de corta edad.

A todo esto, hemos de añadir las imágenes constantes de violencia que se producen a diario en las calles de los pueblos y ciudades estadounidenses, en las que empuñar un arma es un acto de lo más común. No se trata de las imágenes de una película de cine… Es la más cruda de las realidades. Un país que aún mantiene en su legalidad una ley basada en el más profundo Far West, que aún prevé la compra de armas indiscriminada, por parte de cualquier persona mayor de edad (aunque el acceso a las armas por parte de menores de edad es cada vez más preocupante), con el pretexto de la autodefensa, como que aún temen el ataque de los sioux o de los arapajoes, en un país donde la policía primero dispara y luego pregunta, y que es una de las más armadas y preparadas del mundo. Un país que tiene cerca de 80 millones de armas de todo tipo a disposición de los ciudadanos, donde entrar en una tienda de armas es tan fácil, y no cabe ningún requisito previo para su compra. Yo mismo, si fuera ciudadano americano, podría entrar tranquilamente y comprar un arma, sin valorar si una persona es válida, sin hacer un previo test psicológico, sin valorar si uno tiene un motivo para tenerla, o sea, simplemente, sin regulación y con un puñado de dólares, puedes tener acceso a un arma automática para descargarla en cualquiera que se acerque a tu vera. Una verdadera política del miedo y la autodefensa, que puede permitir matar a cualquiera que te venga en capricho, como en el más lejano Oeste, o como los mafiosos de Al Capone en Chicago. Todo un éxito del maravilloso lobby armamentístico americano, encabezado por la poderosísima Asociación Nacional del Rifle, que defiende a capa y espada (o mejor dicho, a rifle y revólver) cualquier intento de regular dicha desfachatez, que encarna esta estúpida tradición violenta de la sociedad norteamericana, y que legitima y justifica la existencia de este hecho tan espeluznante. Apelan a la responsabilidad de uno mismo para tener un arma, en una sociedad que vive completamente psicotizada por la inseguridad, que vive como bajo una constante amenaza interior y exterior que la atenaza, y que hace que muchos de sus ciudadanos tengan un arma, creyéndose así salvadores de su propia seguridad y de la de los demás, una sociedad que necesita de héroes que la salvaguarden, de personas que se crean únicas en el mundo y que con un arma bajo el brazo, justifican una superioridad que no demuestran, desde el hecho de tener que ir armados para defenderse como personas y como sociedad. Por mucho que estos días han corrido ríos de tinta sobre el tema de intentar regular la tenencia de armas, lo cierto es que el poderoso lobby ha conseguido que este debate se enfríe, e incluso hoy en día, se está entrenando, por ejemplo en Utah, a los profesores para que tengan un arma para defender a los niños de un ataque a la escuela. ¡Qué insensatez más grande! ¿Qué no existe un cuerpo policial? Pero es así, los lobbies de las armas consiguen todo lo que quieren. Aún se recuerda la imagen de Charlton Heston en la promoción de armas desde la Asociación Nacional del Rifle.

Pero los lobbies en Estados Unidos son muy poderosos. No sólo el lobby armamentístico. Se han creado unos grupos potentes, con un gran poder mediático y económico que se han apoderado de todas las decisiones políticas que se toman en el Congreso y el Senado americanos. Cualquier ley que se promulga ha pasado antes por las manos de una serie de grupos que las apoyan o rechazan, según sus intereses y no los intereses de la ciudadanía. Un verdadero peligro, sin duda. Y el de las armas es un ejemplo claro, pero también podríamos nombrar el de las farmacéuticas, o las industriales, etc. Lo malo es que esta costumbre se está exportando…, y no sólo será un asunto norteamericano, sino a nivel mundial, este de los lobbies o grupos de poder… Pero ya tendremos tiempo de hablar en otra entrada del blog…

Pero, de momento, la violencia es un pretexto para pedir que, de una vez por todas se acabe con este despropósito, y se regule la tenencia de armas en Estados Unidos.